CAPITULO 3: ¿Cómo es que no te he conocido antes?
Me llevó a un lugar que era como un café, saludó a un par de personas y luego nos sentamos en un reservado, no me podía creer esto, y al parecer mucha gente tampoco, el chico popular estaba pasando la tarde con la margi, ¡taquillazo seguro! Pero no era una película, era mi vida.
-Estas muy callada – Murmuró Jaime clavando sus ojos verdes en mí.
-Bueno… soy reservada con la gente que no conozco. – últimamente me arrepentía mucho de lo que decía.
-Pues conóceme – mostró su sonrisa mirándome.
-Eres popular, tienes un “círculo de amigos”, pero sin embargo estás pasando la tarde con una marginada social, ¿por qué? – me miró sorprendido, y apostaría todo a que no sabía que decir.
-No creo que seas una marginada, me encantaría ser como tú. La gente está pendiente de mí, o fingen ser mis amigos porque “molo”, bah les odio… - en ese momento me pareció el chico con el que me choque, interesado y… normal.
-No molas. – dije riéndome y él soltó una carcajada.
-Con que esas tenemos, ¿eh? ¿No molo? ¿Ni siquiera un poquitín? – pensé durante un instante una respuesta creativa.
-Le molas a la gente, las pavas te… le molas a las pavas y los chicos quieren ser como tú.
-Buena teoría… lo que significa que a ti te molo… - dijo con una enorme sonrisa
-¿Quién ha dicho eso?
-Eres una pava.
-pero no soy como todas…
-Eso no lo dudo.
-Entonces
-Se dice entonces cuando ya se ha hablado del tema – recordé que eso se lo había dicho yo cuando nos conocimos y empecé a reírme.
El resto de la tarde transcurrió entre risas y tonterías y críticas a la sociedad del instituto. Miré el reloj y eran las diez y media, a las cuatro salía mi avión hacia LAX, eran muchas horas de avión para estar de vuelta el lunes a las seis de la tarde, pero vería a mi padre y eso me hacia feliz.
-Creo que debería irme a casa, mañana salgo de viaje. – dije un poco dudosa de si debía o no decirle a donde.
-¿Mañana? ¿A qué hora? – Opté por mentir.
-A las ocho, somos madrugadores. – dije sonriendo.
-¿Y a dónde vas? – Ya había pensado en eso, opté por lo más fácil.
-Al pueblo. – Eso no debía fallar, esperaba que no hubiera más preguntas.
-Pues que te lo pases bien. Hablaremos el lunes en clase. – Bueno más bien el martes pero no quería más preguntas así que asentí. – Te acompaño a casa.
Caminamos silenciosamente hasta llegar a mi casa, que estaba bastante apartada del centro. Vivía en una enorme casa, había una casa similar al lado, pero que actualmente estaba vacía.
Llegamos a la puerta, y no sabía muy bien como despedirme, el se acerco a mí, y yo como buena estúpida que soy puse la mejilla. Él, confuso, me dio un beso y se apartó silenciosamente.
-Supongo que… hasta el lunes. – murmuró
-Sí. – dije incomoda
Y tras pasar unos silenciosos segundos se alejó de allí.
Me quede durante unos minutos en el porche delantero, maldiciéndome por no haberle besado, ahora me arrepentía, si es que a mí también, ya me valía… Me había cargado cualquier esperanza de una nueva cita, venga felicidades Saam, me dije a mí misma irónicamente
Entre a casa y pase olímpicamente de todos, subí a mi cuarto y me puse el pijama. Me tumbe en la cama y encendí la televisión. Reponían capítulos de Gossip Girl, además eran los primeros. Es el capítulo de la primera cita de Dan y Serena, cuando su despedida no es muy lograda. Qué casualidad, que cuando parece que algo falla, cada cosa nos recuerda a ello… Apague la tele enfada, y salí al balcón a relajarme, corría la brisa de finales de mayo y la temperatura era buena.
Mantenía los ojos cerrados cuando oí que me llamaban.
-Adriana. ¡Adriana! Soy yo. – Era la voz de Jaime, pero… no era posible.
-¿Jaime? ¿Dónde estás? – Hablábamos a susurros.
-¡Aquí! – me asome y vi que estaba en el porche trasero, baje rápidamente y me encontré con él. Sonrió y se quedo mirándome.
-Esto es como las pelis americanas. – dijo entre risas. – ¿No estarán por ahí tus padres vigilando? – Mis padres… a saber donde estarían.
-Están acostados. – murmuré y suspiré sin poder evitarlo.
-Mejor. Si no, no haría esto. – puso su mano en mi mejilla y me beso despacio. No pude evitar sonreír y agachar la cabeza. – Es que no me había gustado nuestro anterior saludo. Por cierto estas ideal en pijama. – Había olvidado mi vestimenta, el pijama eran unos pantalones cortos y una camiseta de tirantes negra.
-¿Gracias? – le mire alzando una ceja y me eche a reír. Él hizo lo mismo y miró su reloj.
-Bueno, ¿habrá segunda cita? ¿O esto se considera cita y vamos a por la tercera? – sonreí.
-Me parece que no hay mucha opción. ¿Cuándo quedamos?
-¿Puedo venir el lunes a buscarte? – Mierda. Justo el lunes que no estaba, y tampoco podía decir nada para que no sospechara.
-El lunes me llevaran a clase, porque vendremos directamente del pueblo. – No se me ocurría nada más que decir.
-¿El martes?
-¿A las 8? – esbozó su particular sonrisa y asintió.
-Aquí estaré. Y ahora me voy. – Me dio un beso corto y desapareció en la oscuridad.
Y allí me quede yo, sonriendo como una tonta. Y pensando en que estaría un fin de semana entero a miles de kilómetros de aquí.
sere raro pero.. a mi esto me encanta cuando pones el siguiente?? en serio me encanta tu blog es buenisimo bueno m quedo esperando el proximo
ResponderEliminarPues para el proximo paciencia, es posible que esta noche, o mañana por la mañana. Pero necesito concentrarme, corregirlo y modificar :)
ResponderEliminarGRACIAS MUCHAS GRACIAS :D
vale estoy deseando leerlo es que la historia es buenisima en serio
ResponderEliminarYa esta ^^
ResponderEliminarOjalaa todos fueran como jaimee (LLLLLLLL) le adoro jajaja xDD continua pronto wapa ^^
ResponderEliminarEs increíble!escribes tu todas tus entradas?porque son geniales!espero pasarme por aquí más a menudo y poder seguir leyendo las entradas que realices, tienes una seguidora más! :D
ResponderEliminarpasate por mi blog cuando quieras:
illbeyoungforever
Un beso!