lunes, 14 de junio de 2010

Capítulo 6

CAPÍTULO 6: No sabía a quién odiar más...

En cuanto Jaime salió por la puerta me acosté. Estaba muerta. Tendría que echarles un vistazo a los cuadernos. O no. Al fin y al cabo, para lo que quedaba de curso no creo que se hicieran más exámenes. Así que dormí diez largas horas. Me levante más temprano para arreglarme. Antes de tiempo sonó el timbre. ¿Sería Jaime? ¿O David querría arruinar los planes con Jaime una vez más? Abrí y era Jaime. Nos saludamos con un beso corto pero cargado de sentimientos. Me gustaba, le gustaba. Se quedo mirándome expectante, como si esperara algo. Tras un largo silencio, la atmosfera se volvió incomoda.

-Tenía algo pensado para ti, pero no sé si te va a gustar. - murmuró no muy convencido.

-¿De qué se trata?

-Podemos ir al colegio. O que el martes sea perfecto perdidos en el campo. - Vivía en una urbanización, como una mini-ciudad, pero al lado del campo. Estaba dispuesta a saltarme las clases y pasar el día con él.

-Me decanto por la B. - Me miró perplejo y luego sonrió.

-Entonces vamos a por mi moto y a por algunas cosas que ya tenía preparadas. - Lo que significaba que tenía todo planeado ya.

Caminamos hasta su casa. Vivía en un pequeño chalet, en una calle llena de chalets parecidos. Estaba pintado de blanco por fuera. Tenía una pequeña piscina y un porche en la parte delantera. Entramos al garaje y dejamos las mochilas. Cogió otra mochila diferente y monto en su moto.

-Bella dama, ¿querrías acompañarme? - dijo entre risas.

-Por supuesto mi caballero. - dije poniendo una voz extraña.

Fuimos hasta el campo, a un prado alejado. Extendió una bandera inglesa en el suelo a modo de mantel y nos tumbamos encima. Hacia un día caluroso de verano, demasiado caluroso. Me miraba atentamente, y yo miraba a las nubes temiendo encontrarme con sus ojos.

-¿Qué miras tanto? - dije entre risas.

-A ti. - No esperaba una respuesta tan directa.

Me beso despacio, un beso que se alargo y fue acelerándose. Bajo sus manos a mi cintura, y luego subieron a mis pechos. La situación se calentaba y yo aún no había decidido nada, ¿quería algo más? Bueno eso estaba claro.

Sonó mi teléfono, suficiente para concederme una pausa. No me llamaban, era un mensaje.

-Contesta. - Dijo apartándose. Parecía molesto.

-Es un mensaje. - Murmuré incorporándome.

Cuando paro de sonar, era la canción 88 de SUM41 miré el mensaje. Era de Jorge, no iba a haber nadie en casa durante el día. Era martes, día libre para todos excepto Jorge, pero tenía asuntos y confiaba en que me las apañaría sola.

-Parece ser que mi casa está vacía. Podemos ir allí.- Dije mirando la pantalla del móvil que en ese momento quedo negra. El rió por lo bajo. - ¿Qué? - Le miré incrédula. ¿De qué se reía ahora?

-Nada nada. Es solo que seguro alguien llama a la puerta, al teléfono o simplemente se presenta.

-¿Y qué? Tampoco hacemos nada malo. Es más no hacemos nada. - Dije pronunciando diferente la palabra nada, a ver si pillaba la indirecta.

-Oh, entiendo. O eso creo. - Murmuró no muy seguro.

-No es nada, simplemente yo nunca... yo soy...

-Ah, eres...

-Exacto. - Tras el minuto de incomodidad siguiente decidió crear otro momento incomodo.

-Yo no. - El silencio se hizo más pronunciado.

-Bien. Tras la incomodidad podemos irnos.

-No debería ser incomodo.

-¿Eh?

-No teníamos porque hablarlo así. Es algo normal, o eso dicen. Además, perderla con alguien que no lo es, es mucho mejor. - Dijo sonriendo, pero yo no sonreía precisamente. Así decidió callarse.

-Creo que deberíamos ir a comer. - Susurró. Miré el reloj. Eran la una y media. Se me había pasado la mañana volando. Los martes había laboratorio por la tarde para los de primero de bachiller. Así que tendríamos que ir a comer y luego ir a los laboratorios.

Montamos en su moto y llegamos al instituto justo a la hora de comer.

-Siéntate conmigo, con mis amigos. Estará David.

-Vale.

Entramos cogidos de la mano en el comedor y nos dirigimos a su mesa. Había gente que no había visto en la vida, y otros que iban a mi clase pero que no conocía sus nombres. Dos chicas me echaron una mirada envenenada y estoy segura que era por estar con Jaime.

-Chicos os presento a Adriana. Adriana estos son Daniel, - Ese iba a mi clase, me miro sonriendo. - Javier, Guille, Diego, Nuria, Lydia y May. - May y Lydia eran las que me habían mirado mal, que tampoco parecían llevarse muy bien entre nosotros. - Y a David ya le conoces. - Todos parecieron sorprendidos.

-Éramos... amigos en la infancia, ¿no Adri? - Dijo David mirándome y enfatizando mi nombre, bueno mi "nombre".

Durante la comida todos hablaban. Javier era buena persona, así sin más. Daniel, Dani para los amigos, se mostraba más reacio a mí. Guille era... raro, se comportaba de manera extraña y no paraba de mirarme. Diego era gracioso, muy muy gracioso, me caía bien. Nuria se portó bien conmigo, era la hermana de Guille, hermana melliza, pero ella no era tan rara. Lydia y May ni me miraron. Me odiaban hasta sin conocerme.

En el laboratorio me puse con Dani, no era tan reacio, era el mejor amigo de Guille, y congeniamos muy bien.

A la salida, David quiso hablar conmigo.

-Necesitas un tuenti.

-¿Qué?

-Deberías saber cómo es realmente Jaime, y como son todos. - Dijo entre risas.

-Házmelo.

-¿Qué va a hacerte? - Dijo Jaime entre risas.

-Un tuenti. - Murmuré sonriendo, y Jaime y yo nos besamos ante la atenta mirada de David.

-Me parece bien. Luego te agrego.

David me acompaño a casa, me hizo un tuenti y me explico cómo funcionaba. Yo y el ordenador nunca fuimos grandes amigos, pero nunca es tarde.

-Pues al habértelo hecho lo más seguro es que dentro de poco tengas la petición de la gente de la comida. Y con eso atraerás a muchísima más gente. Bienvenida al círculo. - Dijo bufando.

-¿Te molesta? - Pregunte enfadada.

-¿Te crees que es guay? Vas a tener que soportar muchos comentarios por salir con Jaime. Si es que salís juntos... que dada la actitud de May no me queda muy claro. - May, la chica que me miro mal, que raro... - Tendrás una apariencia, y yo que tú me iba apuntando a un deporte o al club de las animadoras. - Se rió y me miro. - Saam... No creía que volviera a verte. Cuando te fuiste... me sentí tan solo, y tan engañado... Por eso me empecé a juntar con ellos, a ser como ellos. Pero ahora que has vuelto, me siento más como antes. Y no quiero que tú te acerques a esto.

-La gente cambia. Tú has cambiado. Yo he cambiado. Y cambiaremos más. Pero eso no significa que vayamos a dejar de ser amigos.

-Tampoco que vayamos a serlo. Han pasado muchas cosas, buenas y malas. Tenemos que ponernos al día. Para empezar, tú nombre. Algo me dice que las cosas no van bien.

-No vas directamente. Es una larga historia, y agradecería que la escucharas, otro día. No son buenos momentos para eso.

-De acuerdo. Te respeto, y confió en ti. Ten cuidado. Y ya verás el tuenti dentro de un par de horas, serás una tuenti-adicta más. - Dijo entre risas, se despidió y se fue.

Pasado un rato abrí el tuenti. Madre mía, David tenía razón. 37 peticiones de amistad. Diego, Jaime, Javi, Dani, Lydia, Guille, May, Nuria. Y mucha más gente que no conocía. Según fui aceptando empezaron a llegar comentarios, mensajes y también comentaron las fotos que había subido.

La semana transcurrió sin más. Estábamos a finales de mayo y éramos conscientes de que se acercaban los exámenes de junio. Me dijeron varias veces de quedar el viernes. Pero este fin de semana venía mi madre de visita, y debía contarle todo lo viernes será. Que había pasado con papá. Otro viernes será.

El fin de semana transcurrió rápido con mi madre, tampoco sabíamos cuando podríamos volver a vernos. Pero seguro que antes que a papá sí.

La sorpresa llegó el domingo por la noche, cuando entré a mi tuenti, tras un rato leyendo y contestando comentarios decidí cotillear el perfil de Jaime. No me había llamado, ni comentado, ningún mensaje, era raro. Entonces llegó el dolor. Una foto, eran él y May. Salían besándose. Entre en ella. Subida por May, el viernes 21 a las once de la noche. Y lo peor no era la foto, no no. Lo peor era que había una fecha, unos números que claramente se veían que era una fecha, 21O510. Estaban saliendo, él no salía conmigo, no. Él salía con May. La chica que me miraba tan mal. Y no sabía a quién odiar más, si a May o a Jaime...

4 comentarios: